POR BONI CERVANTES.
Ya barruntábamos la pasada semana que la novena jornada de Tercera RFEF podía traer consigo la cuarta destitución de un entrenador en lo que va de campeonato. Los banquillos de Toledo, Villacañas, e incluso, Puertollano, estaban calientes y donde cayó finalmente la bomba fue en el Salto del Caballo con el cese fulminante de Carlos Gómez Luján. Este joven técnico albaceteño recibió la noticia de su destitución cuatro horas más tarde de acabar el partido frente a La Solana (1-1) en el recinto toledano, un cese que estaba más o menos diseñado ya desde que el Toledo perdió en el campo del Atlético Albacete (1-0) hace ahora tres jornadas de Liga. Que el CD Toledo está en una aguda crisis deportiva lo sabe cualquiera que siga el fútbol manchego, pero lo que si hay que señalar es que Carlos Gómez no es el único culpable de la mala clasificación de los verdes en la tabla. Hay que sumar también como causas de esta debacle toledana a la Dirección Deportiva del club del Salto del Caballo que fue la que fabricó una plantilla de futbolistas que no están dando la talla sobre el césped. Que no que atrás, también, que los propietarios del CD Toledo, el Grupo Ibérica, llevan ya tres temporadas eligiendo mal y sin tino a los responsables deportivos de la entidad. Y ya se sabe: el que se equivoca, lo paga.