En estos últimos días, estamos viviendo una situación que nos desagrada. Estamos de acuerdo que estamos en un escenario con muchas incógnitas que ante un futuro incierto debido al dichoso virus. La falta de dinero es uno de los factores que marcarán el mundo del deporte en el futuro. Los patrocinadores reducirán la inversión y muchos clubes sobrevivirán con el apoyo que a nivel institucional ofrecerán para que el deporte pueda seguir su camino.
Nos llama la atención que uno de los perjudicados sea el fútbol femenino. Hace unas semanas, vimos que el Azuqueca tendrá problemas para competir la temporada que viene. La semana pasada era la sección femenina del Daimiel quien denunciaba la desidia del club ante el equipo femenino, un equipo que hace muy poco estaba en Segunda División.
En la noche de hoy, ha sido la sección femenina del CD Sonseca quien ha denunciado en un duro comunicado la difícil situación que viven. En él denuncian las dificultades que el club les ha puesto durante la temporada, discriminación y trato de favor al fútbol masculino y donde en múltiples ocasiones se han quedado sin entrenar ya que eran las últimas en disponer de las instalaciones.
Para Lidia, una de sus jugadoras: “Siempre éramos las últimas en todo, en horarios de entrenamientos, adelantando, atrasando o incluso recortando entrenamientos a nosotras por qué otros equipo masculinos lo decían. Incluso hemos llegando a suspender algún partido por qué el horario que nos ponía era las sobras de habían dejado los otros equipo y no era un horario normal, ya que los demás equipo lo habían desechado”
La jugadora va más allá y denuncia amenazas del club: “Nos han amenazado durante la temporada con dar de baja al equipo. No nos merecemos lo que ha ocurrido, ya que nosotras solo queremos jugar y disfrutar por lo que nos gusta, siendo una pena no poderlo hacer en nuestro pueblo Además están empezando a retener a jugadoras, sin darle la carta de libertad”
🔴 COMUNICADO OFICIAL 🔴 pic.twitter.com/Lhy1Dlz1ny
— Lidia ♀ (@lidia_ldl) August 24, 2020
La dificultad que viven estas jugadoras se multiplica por la situación que viven ocho jugadoras del equipo sonsecano, al no poder obtener la carta de libertad, lo que limita poder formar un equipo en otra población.
La realidad que ofrece este tipo de situaciones, deja claro que la igualdad en el fútbol todavía es muy lejana.
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